20 trucos para que tu hij@ tenga ganas de hacer yoga

¿Del no al sí?
Fotos El toro que quería estar zen y Le petit chaperon rouge – Mis cuentos en yoga

Una constatación bien real: no todos los niños se sienten atraídos por el yoga

El yoga para niños está de moda. Se alaban sus beneficios en la Prensa clásica, en la Red y en el cole. Y es verdad que sus beneficios son numerosos (tantos que quizás un día escriba un artículo sobre ello). Así que quieres probar, ya sea sólo por curiosidad. O ya estás convencido, pero hay un pero. ¡Tu niño no quiere hacer yoga!

Ya lo habías planificado todo: esterillas, libros de yoga para niños, etc. Y sobre todo tenías una gran expectativa. Este momento mágico compartido juntos, haciendo una actividad sana y zen, fortalecerá vuestra complicidad, ¡está claro! Y ya sabes que alejarle un poco de las vídeo consolas o del último dibujo animado de moda sólo puede traerle beneficios. Por todas estas razones y quizás más, a lo largo de este artículo ¡te propongo 20 valiosos trucos que podrán ayudarte a superar este “pero”!

Obligar a tu hijo, una táctica contra-produciente

Por supuesto ya se te ha ocurrido obligarle, pero sabiendo que tu objetivo es pasar un buen momento juntos, ya decidiste que ésta no era la solución. Forzarle incluso puede ser contra-produciente, creando rechazo hacia esta maravillosa práctica. 

A menudo, como padres, sabemos lo que es bueno para nuestros hijos, pero es difícil conseguir hacerles apreciar o integrar las rutinas que les darían más bienestar. Encontrar cómo presentarles una nueva actividad o una nueva costumbre sana, de una manera atractiva, se convierte realmente en un verdadero rompecabezas!

¿Ese es el momento?

Es una verdadera realidad: ¡no todos los niños tienen ganas de hacer yoga! Por supuesto, puede ser pasajero: el momento en el cual le propones a tu hijo puede que no sea el «buen» momento. Sea porque está totalmente absorbido en otro juego y no tiene ganas de salir de él; o porque en ese momento está en la energía del “no” y cualquiera que sea tu propuesta, recibirás un enorme “no”, rugido con las cejas fruncidas (¡qué lastima, porque ya sabes que un poco de yoga le hubiera podido ayudar a volver a sacar su preciosa sonrisa!).

¡Importantísimo! Evitar esta situación de alto nivel emocional es crucial para impedir un impacto más allá de la propia circunstancia: las asociaciones que puede crear el cerebro humano. En efecto, la primera vez que nos pasa algo o que estamos en contacto con algo o alguien nuevo, si se relaciona con un recuerdo negativo, ¡suele ser difícil luego cambiar esta primera impresión! (Lo contrario también es verdad en caso de alto nivel emocional positivo)

O no es el momento, sin razones particulares y ya está. Tu sentido común se despertará y te sugerirá sencillamente volver a intentarlo en otro momento más oportuno. Por ejemplo un momento más tranquilo, sin carrera contra el reloj y los horarios, etc. o sea cuando tú, y él, estimáis que tenéis suficiente tiempo disponible ante vosotros

Un truco y solución adaptados a cada “¿por qué?”

Pero también hay niños que no están atraídos por el yoga de manera general. Es así, no quieren ni probarlo. En este caso, te invito primero a buscar si hay un por qué específico que explicaría esta falta de interés o este rechazo. Tu hijo quizás ni esté consciente de la respuesta. Es la razón por la cual vas a tener que vestir tu gorro de detective y sacar tu mejor lupa para ir a cazar valiosas pistas. Este artículo te propone ya varias pistas para empezar tu investigación y por supuesto ¡te ofrece los mejores trucos para eludir este rechazo y motivar a tu hijo!

El yoga, ¿una actividad rara y aburrida?

A veces la visión que algunos niños tienen del yoga es equivocada: ven el yoga como un sucesión de posturas raras y aburridas, seguidas de un tiempo (demasiado) largo piernas cruzadas sin poder hacer nada, ¡a parte de aburrirse! Normal que no les dé ganas en este caso, ¿verdad?

Aquí entra en juego el reto de Mis cuentos en yoga: ¡qué los niños asocien naturalmente yoga con agradable! Es por eso por lo que Mis cuentos en yoga propone sesiones de yoga para niños lúdicas, atractivas y no tan largas. Ya que, como la sal que releva los sabores, ¡no hay que poner demasiado para no dañar un plato delicioso! 

Un momento de disfrute compartido con
Mis cuentos en yoga

La palabra clave aquí es el cuento donde tu hijo es el héroe. Las posturas y los movimientos provenientes del yoga permiten entrar naturalmente en el mundo mágico del cuento. El yoga ya no es un fin en sí para tu hijo, ¡sino un facilitador! 

Truco 1: Presenta el yoga como una varilla mágica o una nave especial (según sus preferencias) que le teletransporta en un abrir y cerrar de ojos en la historia del día y le transforma en el héroe principal de ésta. Por supuesto, esta táctica será aún más eficaz si no insistes sobre la palabra “yoga”.

¿Una sesión completa? ¿Es mucho?

A veces el problema no es la palabra “yoga”, sino la palabra “sesión”. O, más ampliamente, es el concepto de comprometerse por un tiempo determinado a hacer una actividad que no han solicitado ellos mismos, que puede asustar a algunos niños. Recordarles que las sesiones de Mis cuentos en yoga sólo duran unos 10-15 minutes como máximo puede convencer a algunos niños, pero quizás sea insuficiente para otros. Por eso os propongo justo después dos poderosas técnicas con su lote de trucos que permiten hacer una sesión completa de yoga con tu hijo o, por lo menos, hacerle ¡discretamente disfrutar de los beneficios del yoga!

El poder de la imitación

Truco 2: Si tienes varios hijos, puedes hacer una sesión de yoga para niños con el hermano o la hermana de tu hijo reticente. El mero hecho de verle (o la) divertirse y compartir un momento cómplice contigo puede ser un poderoso desencadenador de ganas para él

Truco 3: Si sólo tienes un hijo o que ninguno quiere hacer yoga, haz delante de ellos tu sesión de Mis cuentos en yoga. Comprobarás que cuanto más pequeño sea tu hijo, más tendrá ganas de imitarte sin que tengas que pedirle nada. 

Pero también puede que un día, tu mayor de 10-12 años te sorprenda diciéndote de repente “Mira, ¡qué fácil, yo también puedo!”. Y si disfruta de este momento, hay grandes posibilidades de que quiera volver a hacerlo de vez en cuando. ¡Pero cuidado con no insistir, ya que te arriesgarías a que cambie de opinión! Tiene que venir de él. ¡La bella torre construida gracias a tu paciencia y tu constancia sigue siendo muy frágil!

La mayoría de los niños se enganchan enseguida con el yoga de Mis cuentos en yoga. Tanto los niños a quienes les gusta naturalmente el yoga como los “reticentes suaves”, gracias al poder de la imitación, o una vez que hayan experimentado de que una sesión de yoga para niños puede aportarles muchísimo goce. 

Sin embargo he conocido personalmente casos de verdaderos “recalcitrantes”. Como ya lo comentaba al principio de este artículo, lo mejor es no insistir. En este caso, tendrás que ponerte discretamente tu capa de zorro astuto, porque vas a tener que «disfrazar» tu estrategia con corazón para “camuflar” el yoga.

En el país del yoga camuflado

Une posture de yoga camouflé

La esencia y “los sentidos” del yoga

Mientras dais un paseo por la naturaleza, puedes por ejemplo acompañar a tu hijo a vivir m´ás intensamente cada pequeño descubrimiento, sin nunca mencionar la palabra “yoga” u otra palabra que podría encontrar rara: una flor más luminosa que otras, una mariquita escondida detrás de una brizna de hierba, el canto del cucú a lo lejos, la caricia de la brisa, el olor de la tierra húmeda o de la hierba seca, el sabor de una mora recogida en el borde del camino, etc. El problema quizás solamente venga de la palabra “yoga” y de las creencias que se ha creado él mismo alrededor de ella. Gracias a esta experiencia campestre cómplice, la activación de sus sentidos y sus beneficios así como la capacidad de maravillarse y sentir gratitud por las bellezas del mundo ¡estarán ya integradas! 

Si ninguna salida al campo está prevista para los próximos días y que no tienes jardín, no es problema, porque siempre habrá una hormiguita que admirar al pie de un árbol de tu ciudad, el arrullo de una paloma que ya ni escuchabas, tan estaba integrado en tu cotidiano, que podéis escuchar los ojos cerrados, dándoos la mano tiernamente (¡qué calor tan agradable se puede sentir!), el sonido de las campanas de una iglesia, una pequeña corriente de aire traviesa que hace bailar tu pelo, el olor que se desprende del chocolate del helado que saboreáis juntos y el frío que se instala poco a poco en vuestras bocas, etc.

Truco 4: El yoga es también una mentalidad. Activa tus sentidos con tu hijo lo m´ás a menudo posible gracias a las ideas fáciles y concretas presentadas justo antes y maravillaos juntos de la belleza del mundo exterior y de las capacidades del cuerpo humano de poder percibir y apreciarla.

Posturas camufladas en la vida diaria

En lo que se refiere a las otras facetas del yoga (posturas, relajación, etc.), te propongo integrar discretamente una postura de yoga cada día, sin hablar de “yoga”, y mucho menos de “sesión” por supuesto. Te adjunto justo después algunos trucos de yoga camuflado que podrás complementar según tu inspiración y creatividad (Comparte tus mejores ideas* en los comentarios o escríbeme directamente a la dirección caroline@mes-contes-en-yoga.com):

Truco 5: Entreténte haciendo el payaso con tu hijo y de repente propónle un reto del estilo: “¿Serías capaz de quedarte en equilibrio sobre una pierna?” (sin ninguna sospecha, ni tambor, ni trompeta ¡ya tienes la postura del árbol!) 

La posture de l'arbre
La postura del árbol
Fotos Les musiciens de Brême – Mis cuentos en yoga

Truco 6: La serie “Capaz de …” ofrece numerosas oportunidades de posturas, ¡puedes declinarla de manera casi infinita! Pero cuidado, aunque puedes usarla regularmente, tiene que ser siempre a «pequeña dosis» ¡para que no te descubran en tu objetivo “yoga”! Otro ejemplo con la postura de la pinza: “¿Capaz de tocar tus pies con las manos?” Cuidado de no forzar nunca y de escuchar siempre los límites de vuestros cuerpos.

La posture de la pince
La postura de la pinza

Truco 7: Salta como un canguro con las manos colgando delante de ti o salta como una rana haciendo “croaa, croaa, croaa”, ¡seguro que tu hijo no resiste a imitarte con gran ilusión! Estas posturas que aportan mucha energía positiva también pueden ser introducidas por un reto “Capaz de (saltar como un canguro hasta el rosal amarillo, hasta la farola, etc. ?)”

Las posturas de la rana y del canguro
+ ver el vídeo

Truco 8: Aprovecha un juego con aviones, alfombras voladoras, extra-terrestres o escobas de brujas para despegar haciendo la postura del guerrero nº 3 e ¡invita tu súper-héroe a imitarte!

La posture du guerrier nº3
Aladin et la lampe magique
La postura del guerrero nº3
Aladin et la lampe merveilleuse – Mis cuentos en yoga

Truco 9: Juega en familia o con los amigos de tu hijo al juego “Yo soy”. Una persona elige en secreto un personaje o un animal y debe representarlo delante del resto del grupo, el cual debe adivinar lo que intenta imitar su compañero. Algunas representaciones se parecerán naturalmente a las posturas de yoga. Inventaréis probablemente otras. Así que ¡a disfrutar!

Truco 10: ¿Tienes un perro? ¿Y si cuando se estira tranquilamente propones a tu hijo imitarle? Ésta es la postura del perro boca abajo. ¿Prefieres los gatos? Los gatos también tienen su propia manera de estirarse y es un placer imitarles con la postura del gato.

La posture du chien tête en bas
La postura del perro boca abajo
+ Ver Las posturas del perro y del gato en 50s (vídeo)

Truco 11: Jugad juntos a un juego de mesa sentados en el suelo piernas abiertas, y añade la instrucción de inclinar el cuerpo hacia delante para mover las fichas (cuidado de no doblar la cabeza, tiene que ser el pecho que se acerca del suelo) para trabajar vuestra flexibilidad.

Con niños más pequeños, podéis jugar y cantar la canción infantil “Bateau sur l’eau” («Barco sobre el agua» en francés. Buscando en tu navegador de Internet, podréis escucharla y encontrar la versión que más os guste): sentados frente el uno del otro, tus pies contra los suyos y cogiéndoos de las manos, meneados despacio hacia adelante y hacia atrás alternativamente.

Truco 12: La postura de la mariposa también es muy fácil «camuflar» cuando estáis sentados en el suelo. Planta de los pies juntas, ¡“aletead” con vuestras piernas!

La posture du papillon
La postura de la mariposa

Truco 13: De vacaciones en la playa o sobre un suelo no tan duro, puedes animar a tu hijo a probar los grandes clásicos de la infancia: la rueda y el puente. Y para los más intrépidos, el equilibrio, la rueda con una sola mano y la postura del murciélago son retos atractivos.

La roue à une main, la chauve-souris, l'équilibre pont et le pont
La rueda con una sola mano, el murciélago, el equilibrio-puente y el puente

Truco 14: Muestra con orgullo tus biceps a tu hijo contrayéndoles y relajándoles invitándole a que lo haga también. Si se deja llevar por el juego, sigue con otras partes de tu cuerpo: piernas, glúteos, cara, etc. Comparad juntos las diferencias experimentadas entre las contracciones y las relajaciones

Este ejercicio de escaneo corporal es muy interesante para obtener cierta conciencia de su cuerpo. Ayuda también a detectar rápidamente las tensiones del cuerpo en cuanto aparecen con el fin de poder relajarse antes de que se instalen de manera duradera.

Truco 15: Si tu hijo está un poco revuelto, imita la postura del león y ruge bien fuerte, ¡quizás le haga sonreír! Para ello, siéntate sobre tus talones, pon tus manos delante de ti, dedos girados hacia ti, y saca la lengua lo más que puedas rugiendo como un león.

O incluso mejor: Puedes adaptar esta postura mostrando tus garras y tus dientes, ¡¡¡sin olvidarte de tu más terrible Grrrr!!! Es lo que me pasó espontáneamente mientras leía un libro en vídeo –El Leoncito que no podía gruñir– para los amigos de Ainhoa durante un día de clase en casa durante el confinamiento debido al coronavirus. No era previsto –por esto ni aproveché para hacer la postura de la cobra cuando la hubiéramos podido hacer por ejemplo– pero así es, ¡meterme en la piel de los personajes me sale sólo!

Adaptation spontanée de la posture du lion
Conte Le lionceau qui ne pouvait pas rugir - Susaeta Ediciones (en espagnol)
Adaptación espontánea de la postura del león
Cuento El leoncito que no podía gruñir – Susaeta Ediciones

He aquí un truco bonus: aprovecha la lectura de un cuento con animales para discretamente interpretarlo con posturas de yoga reales o inventadas. Además, darles vida a las historias ¡las convierten en incluso más apasionantes! ¡Tu hijo quizás te imitará como Ainhoa lo hace con felicidad!

La respiración de los bebés

La respiración abdominal es la respiración natural de los bebés. Pero tiende a desplazarse y convertirse cada vez más en torácica a medida que crecen los peques, demostración típica de sociedades confrontadas al estrés de la vida moderna. En lo ideal, este tipo de respiración sólo tendría que reservarse para situaciones de emergencia real o para momentos de actividad física enérgica como una sesión de deporte intensa por ejemplo.

Truco 16: Sientes que empiezas a enfadarte delante de tu hijo (por culpa de su comportamiento o por cualquier otra razón que no tiene nada que ver con él)? ¡Muestra el ejemplo! Es el momento perfecto para cerrar los ojos, unir tus pulgares con tus dedos índice y concentrarte sobre tu respiración, practicando la respiración abdominal (si todavía no dominas esta respiración, el truco 19 te explica de manera sencilla como conseguirlo**). No sólo te aliviará enseguida, sino que también quizás te sorprenda otro día tu hijo enojado o revuelto al tener el reflejo natural de usar la fuerza de esta actitud.

Enfants zen
Foto El toro que quería estar zen – Mis cuentos en yoga

** Dentro de poco, también tendrás acceso a un audio gratuito disponible en los recursos adicionales de la muestra del álbum para niños La casa de mis emociones (gestión de emociones) – muestra ya disponible

Truco 17: Puedes proponer un concurso espontáneo de respiración abdominal fluida. ¿Quién entre vosotros hace la inspiración más larga seguida de la expiración más larga, sin bloquear el flujo entre los dos, o sea sin retención del aire entre la inspiración y la expiración? Podéis determinar un tiempo máximo para el juego de uno a tres minutos por ejemplo.

Truco 18: Acuéstate tranquilamente boca arriba. Si tu hijo es muy pequeño, probablemente se subirá y se instalará espontáneamente sobre ti. Si ya tiene 5 o 6 años, invítale cariñosamente a acostarse sobre ti. Disfrutad este agradable momento para respirar despacito al unísono y sentir el bienestar que ofrece el momento presente. Para los mayores y sin nunca obligarles por supuesto, un simple abrazo aportará también su multitud de beneficios tales como la calma mental y la activación de la hormona del amor y del vínculo (que aporta también bienestar), a la vez que refuerza vuestra complicidad.

Truco 19 : ¿A tu hijo le cuesta dormirse? Propónle inspirar despacito por la nariz hinchando su barriga y expirar lo más lentamente posible por la boca, como si quisiera soplar sobre una pequeña vela sin querer apagarla. También puedes poner un pequeño peluche sobre su barriga para que sienta mejor el movimiento de su abdomen subir y bajar al ritmo de su respiración, haciéndolo lo más tranquilamente posible para que no se caiga.

La respi-peluche - Respiration abdominale "peluche"
La respi-peluche – Respiración abdominal «peluche»

El regalo de la gratitud

Truco 20: Practicad juntos la gratitud sin moderación. Cualquier ocasión es buena para agradecer. Aquí tienes por ejemplo “El ejercicio (muy simple) de la gratitud”.

«Gracias» – ¡Siete letras para un increíble bienestar!

Estoy segura de que rápidamente cogerás el reflejo de aprovechar cualquier ocasión que se te presente para incluir el yoga, camuflado o no, en vuestro cotidiano familiar y que a partir de ahora te surgirán naturalmente numerosas maravillosas y originales ideas a partir de los trucos de este artículo.

Disfruta mucho con tu gorro de detective y tu capa de zorro astuto para practicar con tu hijo el yoga camuflado ¡con mucha complicidad! Y quizás un día llegáis a disfrutar juntos de una sesión completa de Mis cuentos en yoga a plena luz, ¿quién sabe?

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* Comparte tus mejores ideas en los comentarios o escríbeme directamente a la dirección caroline@mes-contes-en-yoga.com. ¡Quizás un día podré crear otro artículo con vuestras mejores ideas! Mientras tanto, si estás inspirado, los padres más motivados podrán descubrir ya tus comentarios debajo de este artículo. ¡Gracias en adelante!

Mis cuentos en yoga

Crédito fotos: Caroline, Charlotte, Juliette, Ruth W. et Inma G.

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